miércoles, 6 de junio de 2012

EN DOS TIEMPOS

El objeto social
de la desdicha,
domicilio, arrabal,
cuadrado de raíces
y lamento;
éste es el protocolo
que exaspera,
el fatuo colofón
de un reglamento.

Huida cervical
por no olvidarte,
el arte miserable
de un consejo.



La brevedad no arde,
es fría y descarnada,
heredera de las malas lenguas
y del invierno.

Inunda los portales,
determina las causas,
prorroga, roba, excita,
se atribuye los éxitos
y el perfume sagrado
de las maldiciones.

Anarquía dolosa
que se atranca
en el promiscuo recodo
de las insinuaciones.

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