Él cree dar vida al mundo
desde el luego,
y en la opaca gestión de ser
se estanca;
viscoso fundamento que reduce
los cuatro mandamientos
en dos cajas;
mudanza en tres palabras
que se obtiene,
rezando primitivo
a sus entrañas.
Él dobla indiferente
y a su antojo,
y al salado del rojo
se fecunda,
él cambia el pabellón
de los insultos
por un mapa de piel, rencor
y vulvas;
humor de Fariseo complacido,
la aviesa religión de una pregunta.
Eje del mundo, verso
y carretera,
acabado de sílabas y empeños,
caduco redentor,
próxima entrega,
la historia desbocada
de un tercero;
buscar las nueve formas
de una orgía,
erecto eyacular
del sentimiento.
Él llora infinitivos
Y entre líneas,
descubre primordial
que es un intento.
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