Las crónicas de nada.
Días descuartizados
por no ceder sus horas al coraje,
al valor circular
de las treinta monedas.
Las crónicas de nada.
Un corro de macetas finge no hablar,
calla de boca abierta
edulcorando los inicios.
Las crónicas de nada.
El himen de las causas perdidas
rompe su dignidad
abriendo manos,
manumitiendo risas
para que lleguen
con la prisa acuestas.
Crónicas.
Los falsos testimonios.
Nada.
Y la lluvia cayendo,
rifando una vida
que no le concierne.
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