LO QUE NUNCA SE TUERCE

Hora de migraciones
y de exilios,
herrumbre que se adorna
con violencia,
caminos deshonrados,
mataderos,
la cruda irrealidad
de una sorpresa;
trombosis,
corazón,
sabiduría,
el nítrico exhalar
de la pobreza.

Parte de afuera y sílice
los años,
agobiando suspiros
con destreza;
sufren las metonímias,
parte y todo,
sentir catalizado
que se frena;
maestro,
tabla rasa y horizonte,
cadáveres que ríen,
hablan,
sueñan.

                                                  
Ha llegado la vuelta
y lo torcido,
el Edén pernicioso
de las llagas,
ha alcanzado la sima
desde abajo,
devorando a su paso
las palabras;
Vesubio de factores
y maltrato,
crispada oscuridad
que huele a nada.

Ojo hueco el balcón
en los remansos,
Damocles en los lienzos
sin espada.

OCASOS

A tu falta me asocio

desgraciado,

sindicato del duelo

sin licencia;

al vacío de ti

yo me condenso,

dietética invernal

de tinta negra;

contrafuertes de humo

y  arbotantes;

el engaño se viste

de etiqueta.

Y ahora envidio,

discrepo y apuñalo,

perpetúo los hechos

con maneras,

afronto la liturgia

es estar vivo,

durmiendo amancebado

entre las hienas;

metrónomo, compás

y lencería,

paraíso atiborrado

de imprudencia.

Se acaban los septiembres

sin tu rostro,

los número impares

condenados,

se igualan los versículos

a cero,

azul devocionario

de un beato;

sagrada hemoglobina

del martirio,

espíritu robado

por el llanto.

A tu falta me asocio

sin remedio,

escondiendo el presente

en un armario.

SIMBIOSIS

Para huir tengo yo

que devolverte,

y del giro la rueca

y la guadaña,

apuesta y saxofón,

dulce de esquina,

abanico en tu cuello

que se escapa.

Par en amar y non,

brazos bohemios,

heredad de un poeta

sin formato,

ozono,

adivinanza,

estratosfera,

acíbar sensación

del condenado.

                                                

Sesión indeformable

e ignorancia,

atisbado poder del indefenso,

marsupio adorador

de las llanuras,

Vestal acomplejada,

mar y muerto.

Confitura de afín y porcelana

elevada potencia

hasta el objeto.



OTRO MUNDO

Escarabajo blanco

de hierro y carretera,

hemíptero, verano,

cigarra que me espera,

hileras en hormiga

y en hormiga

la esencia

de la tímida larva,

que de mi amor se llena.

Volando y cuatro alas,

león, diente y plantago,

atraviesa mi abeja,

de miel

hermosa el prado,

posándose curiosa

de viento compulsado.

                                                                             

Y al dulce de sus ojos,

los míos se han cerrado,

al fin amaneciendo,

de ninfa

al otro lado.

Mundo nuevo, ignorado,

élitros y suspiro,

querer de religiosa,

mantis que en el delirio,

acabas con la duda,

devorando infinitos.

LA INDIGNACION

En la rabia perdida

crece el reo,

amasando en su vuelta

condiciones;

antesalas,

proemios,

despedidas,

la violenta infección

de ver sin Norte;

historia en diferido

de la presa,

que obtiene su condena

en el desorden.

Y las siluetas blancas,

antracita,

burlas de filiación

e inesperados,

bromuro de ciudad

y frente ancha,

otoños venideros

 gastados;

muerte sin verticales,

banda ancha,

el dulce gentilicio

del ahorcado.

Aman de inverso a veces

las retinas,

haciendo del horror

un duplicado,

cobran su precio

mechas y bombillas;

soldada de indecentes

y sicarios;

cobarde fotocopia

del olvido,

que busca entre las ruinas

su despacho.

Constatado lo tengo,

se ha perdido,

el culto de mentir

subió de largo.

IDUS DE MARZO

Engrosando las filas,

durmiendo entre cartones

y mil lenguas,

los vecinos del mal

echan raíces;

atontados muñecos

que sin nombre,

se casan con el barro

y la miseria.

Punto negro que avanza

en el objeto,

anuncio luminoso

de una herida,

local impertinencia

de las letras,

idiopático hablar,

opción sin tinta,

empujar para abrir,

sólo un disparo,

imagen esculpida

en la retina.

Dominio multimedia

de los cambios,

fanático rogar

de los primeros,

embolia innecesaria

que coagula,

las vísperas triunfantes

de los genios;

concurso en diferido

que no oculta,

la trampa infatigable

de sus medios.

No soy más que un "Prime time"

de anfetaminas,

casado con el "Share"

de un comienzo.

LOS TIEMPOS BLANCOS

Amo síndico nuncas

y entropías,

burladeros de yegua

y aspavientos,

niego a la fuerza

sínodos en trance,

la obsesa privación

de verte lejos;

artífice de mundos

que conllevan,

al asno y Buridán,

la voz de Credo.

Huyendo de plurales

me hago tuyo,

y en arriendos de Sur

la luz se lacra;

trepo descerebrado

hasta tu entonces,

y allí me quedo

torpe e imantado,

elevando al después

tus enseñanzas;

emérito que obtienes

receloso,

la vítrea fundación

de una amenaza.

Premio y necesidad,

castigo y hierro,

adquirida virtud

de los verdugos,

malforme obesidad

de los Domingos

que dobla guillotinas

y futuros;

en caso de dolor

rómpase pronto,

el más ya no va allá

pidiendo indulto.

Onda corta de catre

y neumonía,

quimérico inquilino

entre sus muslos.

MANCHA DE VIDA

Comparsa y adhesivo,

volúmenes y formas

de dos letras,

quirúrgicos avisos,

catedrales,

boleto no premiado

en una feria;

rifa de testimonios

que confirman,

al punto como un dios

de líneas rectas.

El soplo se eviscera,

mostrándose caduco

y deprimido,

se tapan con vergüenza

los relojes,

los dientes,

las tormentas,

el delito,

presbítero anormal,

vivo,

sin sombras,

ejemplo secular

que es siempre el mismo.

Me voy de intemporal

marcando miedos,

biselando glorietas

y avenidas,

me voy porque no llego,

prisionero,

amante de una jaula

y tres enigmas;

seguro servidor,

desigualdades,

la marca del esclavo

en la mejilla.

Llegando el agua densa

me he parado,

abriendo en singular

todas las rimas.

LOS DISTINTOS

Oscuros son los pliegues

que me adornan,

azar homologado

sin el sello,

platea sin butacas,

teorema;

la eterna asociación:

edad y miedo.

Seguro obligatorio

de primeros,

que indaga trashumante

y de sencillo,

alérgico zaherir,

mechón de lanzas,

centuria,

negación,

cuerpo y delito.

Vanguardia y seducción

buey desollado,

oficio de tachón

y aplauso fácil,

telúrico sufrir

¿Adonde llevas?,

maldita diferencia

que se abre.

Retinas de balcón

y pianola,

expansión remezclada

hasta el dislate,

coroides descalzada

de una estatua,

sentada en el profundo

de un instante.

NUNCA HA PASADO

Luto sordo en la ruedas,

endeudado Nirvana

de un momento,

vergel plastificado

que se obtiene,

haciendo realidad

de nuevo aquéllo;

ingrávida estrategia

del vencido;

perder sin recordar,

sólo sintiendo.

Robada en la materia

ella moría,

jurando a un electrón

vientre y finales;

tumbada sobre el mundo

florecía,

robando minuendos

a los sauces;

psicópata y razón,

ultrasonido,

infierno improvisado

para amarse.

Lleno de multitudes

quedó solo,

y en los bordes plantó

lo que quedaba;

un beso sin sabor,

dos centraminas

y el lunes potencial

de una mirada;

insípido museo de lo viejo,

turgente exposición

ya clausurada.

Ahora visto uniforme

y minuteros,

me dejé en los detalles

las palabras.

A VECES

A veces,

escondo de algazara

mis silencios

y a tu lado me asomo,

mirando desde abajo

al infinito.

Y en la lluvia me cuelgo,

dejándome llevar

por tu mirada,

reflejada de charcos

en mi pecho.

A veces,

las palabras se mueren

en mis labios,

y de mudas se quedan,

inventando tu nombre

en las esquinas,

en un vagón del metro,

o en la canción perdida

de Tom Waits,

una mañana de resaca.

A veces,

el mundo se hace mío,

y tú,

del viento.

SUEÑOS DE BABILONIA

Triunfante queratina,

huidizo pelo negro

y versionado,

cuadratura del círculo imperfecto

que indaga con su dedo

en los bestiarios;

fanático de pubis

y congresos,

ideólogo anular,

perro sin amo.

Y hurgando en realidades,

removiendo apatía

se consuela,

destapa sin pudor

los esperpentos,

recubre la desgracia

con sus muecas;

opaco colofón

para una diosa,

metálico tañir

de una condena.

E incrédulo revende,

mata y ruega,

alquila despropósitos

por horas,

invierte generoso

en coincidencias,

desvía la verdad

hacia una fosa;

lamento de excelentes

previsiones,

terapia de lo exacto

que se borra.

Cero eliminador,

uno doblado,

binaria realidad

de sus limosnas.

NO SÉ

No sé como olvidarte,

tal vez no quiera hacerlo.

Tal vez en esos ratos,

de ajedrez y tablero,

de perfumado blanco

y del negro convexo,

desee no tenerte,

que te vayas muy lejos,

que olvides las canciones,

"woman no cry",

mis versos,

que mueras

y no mueras,

por mis labios,

un beso.

No sé como olvidarte,

tal vez no quiera hacerlo.

Tal vez en los espacios

que dejan los secretos,

se guarde

aquella tarde,

tu sonrisa,

el deseo,

"Falling in love",

"Temptation",

el sexo religioso,

un torrente,

tu pelo,

dos mundos comprimidos,

una cama de sueños.

No sé como olvidarte,

creo que ya no quiero.

SENTIR CONSTANTE

Suena bemol en Sí

de luna rota,

devolviendo el rubor

a los cristales,

tiñe durmiente el humo

la agonía;

conexión entre dos:

segmento y aire;

botella de malicia

medio llena,

vapor de medianoche

que se expande.

Delito permitido,

veinticuatro de hurtos

y deshonra,

falsa cordialidad

de las excusas

que buscan sin temor

frases redondas;

museo de vestíbulos

que acoge,

el orden amarillo

de una historia.

Consejos, territorios,

laguna seca en sílabas

y cuántos,

martillo,

percutor,

bomba,

espoleta,

quinta generación,

verso robado;

saco de pie quebrado

y multitudes,

la décima Espinela,

desacato.

Suena bemol,

delito permitido,

consejo, territorio,

voy despacio.