martes, 20 de septiembre de 2011

TANTO LA MIRABA

Alargaba la cara
hasta su boca,
obteniendo placer
en los perfiles;
alfileres sin tripa,
cuellos rotos,
octanos y meandros,
combustible.

Híbrido amor,
profano y embustero,
desvestido de embragues
y bujías,
consolado reír de cien caballos,
dolor climatizado
que palpita.

Vivo fundiendo núcleos,
traficando contigo
a manos huecas;
isótopo enterrado
que ha fingido,
ser el gran perdedor
de tu materia.

He contado los días
y los juegos,
ochenta y cuatro e-mails
y diez canciones;
humana necedad
del atrevido,
osado perdedor
sin intenciones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario