Piensa loca la Esfinge
en puntos negros
y en lignitos de noche
hace morada;
ruge de tentativas
el solsticio
fugaz y apalabrado
entre las farsas;
billete,
vuelta e ida
hacia el fracaso,
maraña de razón
que al hombre avala.
Y en el cénit,
penumbra,
foto fija y final
no contrastado,
exceso por defecto
que no escoge
la explícita obsesión
por ser dorado;
error que se aproxima,
blanco incierto,
distancia demasiada
para un trato.
Rumor termosellado
del estío
que acusa, delimita
y apuñala,
ventana de emergencia
que se rompe,
huyendo en cada añico
de su rabia;
azul esquizofrenia
que proyecta
el odio circular
de las cloacas.
Al viento
cuatro veces en el arte,
cruel posología
de mis ansias.
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