domingo, 12 de febrero de 2012

YUXTAPOSICIONES

Quedó descuartizado por el éxito,
su cuerpo fue esparcido
y el alma,
disparada en un salmo
de treinta y ocho milímetros.

Los cruces de caminos,
las tizas en silueta
de los asesinados,
los zapatos ahorcados
sin cordones,
cobraron vida.

Resurrección.

La voz grabada nos informa:
“Acaba de llegar.
Ha llegado la ofrenda.
No faltéis”.

Liturgia.

Un teleindicador me recuerda
que lo perdí todo,
hasta los cristales sin huella
de las moscas.

¿Qué puedo decir,
si la certeza es total?

¿Qué puedo esperar,
si he perdido la calma
en un mar de ropa sucia?

¿Qué más puedo ofrecer,
si no poner en alquiler
mi propia muerte?

Metástasis.

Y lo más curioso de todo,
es que aún tengo ganas
de reír.

La mayor de la evidencias.

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