Regla de diez amperios,
árbol sin funeral
que espera convertido en silla
tu regreso.
Me faltas.
Y el vacío se ofende.
Y las primas de riesgo
disparan mi fracaso.
Es posible que mienta;
es más,
lo hago a menudo.
El déficit revendo
en tertulias sin aire,
en la evidente minusvalía
de los lechos
que tomo por asalto.
Es lo que tengo.
Mercenario a la fuerza
que busca en el antónimo
la cara alegre del veneno.
¿He dicho que me faltas?
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