martes, 27 de diciembre de 2011

LIMÍTROFE

No llegaré avisando.

Irrumpiré vacío,
como quien lo da todo
por exceso.

Beberé insurgente,
coaccionado,
perdido en la impaciencia
que muestra el enemigo.

Tú, muchedumbre.

Tú, imperio derrotado
por la sesión continua
de una excusa.

Exigiré mi parte,
el óbolo
de una espalda arqueada
a las puertas del riesgo,
una silla que huye
por no tener guitarra
ni palmas en el suelo.

Tú, densidad.

Tú el atómico número
del destino.

Dividiré los núcleos,
hallaré entre las dudas
la energía.

Y el Libro Negro
será de nuevo mío,
tuyo,
de la humedad creada
un octavo día
del que nadie habla.

Tú, creación.

Tú, el antígeno de Dios.

Y yo a tu lado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario