domingo, 4 de diciembre de 2011

OTRA ETERNIDAD

"A mi amiga Raquel, con quien tanto comparto. Para que la vida siga tan fuerte en ella."


Hoy,
me he visto entrelazado
en tu ADN
y el río de mi lengua,
ha buscado sin duda tu vientre,
el pulso ilimitado y lento
de una mano de agujas
de reloj
que se hunde en el tiempo,
denso,
enamorado de ti,
lo mismo que yo,
hoy,
ahora,
en esta tarde plana
de piel suave
y palabras de una sola
sílaba.

Me he quedado dormido,
pero tú,
pequeña Diosa de los rincones,
como una madreselva,
trepas coqueta
hasta mi boca,
llenándola de hembra,
de universo perfecto
con sabor a vainilla.

Después,
por un ojal perdido de botones,
te has ido,
dejando mi carne escrita
con los nombres
de los días impares,
de las postales que nunca mandarás,
de aquellos lugares que, alguna vez,
se hicieron de cristal,
de rojo amanecer entre tus piernas.

He vuelto a abrir los ojos,
y el sueño,
se muestra real en un cine sin butacas;
sigues a mi lado,
desnuda de pelo y noche
y todas las ecuaciones,
se han igualado a cero
para siempre.

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