sábado, 17 de diciembre de 2011

SIN DOBLES

A cero el marcador,
como dos gladiadores
que se encuentran antes
del combate,
mirándose de cascos
para arriba,
no queriendo morir
si no en el otro.

Y en derredor,
un mundo
lleno de cabezas
que miran.

Córvidos de ojos muertos
que escupen
nuestro brillo
anhelantes del sí
que nos protege.

Tu error es el mío,
ese rato nervioso
de cinco minutos
cosido en una puerta.

Sabemos qué decirnos,
cómo alcanzar en G
todos los puntos.

Pero el silencio mata
y estrangula.

Mi lengua,
que es la tuya,
se vende en los mercados
al precio de una causa
y un paseo de álamos
y diez dedos
anudados.

Gusanos del alma.

Ayer, volví
a no tenerte.

Y el vacío se cuela,
siempre helado.

1 comentario:

  1. Esto es nada más y nada menos, que tu nueva poesía, estás en estado de gracia y por tanto lo celebro!!

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