En los indicios
duermo,
en los falsos de nube
y en las faltas;
desciendo avergonzado
hasta los ruegos;
preguntas de control
llenas de paja;
creyente arrodillado
que no aprende
la múltiple elección
de sus demandas.
Miedo cuantificado,
barlovento y razón,
duelo entre hermanas,
dulce calamidad
de siete puntos
que vuela entre períodos
y matanzas;
reinado del fragor
y la ironía,
martillo percutor,
cuerda enredada.
Cobra vida el futuro,
y los malos momentos
se trepanan;
el agua se contrae
de cero y cuatros,
buscando entre la sed
bucles y estafas;
negra festividad,
lengua encendida,
pináculo de fugas
y Nirvana.
Era la conclusión
sólo una meta;
yo soy el desvalido,
la desgana.
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