lunes, 28 de noviembre de 2011

ORGÁNICO

Ayer me he descarnado,
he abatido a la presa
sin esfuerzo;
el mundo en un roll-on
se ha definido,
manjar de afinidad,
dulce entre cerdos;
que fértil se prodiga
el endemismo,
almanaque sin fecha
ni talento.

¿Cómo crecen las pausas,
cómo deviene al fin
el desenlace?;
es tan fácil cambiar
el otro en mismo;
morada ondulatoria
de las madres;
errante castidad
a sueldo fijo,
canción,
cuna de bastos
y rufianes.

En la demandas crecen
y maduran,
multiplican por alma
sus dispendios,
aman,
asumen,
quiebran y vomitan,
digieren sin pensar
todos los sueños;
embudo solidario
que acapara
la absurda estupidez
que vence al éxito.

Cítrico el tacto
y rojos los sabores;
se cumplen las proclamas
y los méritos.

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