En cada pieza,
en los encajes nimios
y en las fundas;
allí mata de tuercas
la hilandera,
el inicio acabado
que se inunda;
marea negra en versos
y bombillas,
un ápice alquilado,
hembra,
nunca.
Oculta marsupial
la geometría,
desiste, fertiliza
y atraganta,
conduce tu elección
hasta la proa;
insignia de lo obvio,
ruge,
encalla;
deriva tus escuadras
hacia el Limbo,
escora visionario
las mañanas.
Materia, plasma, estado,
festín de horarios tuertos
y frecuencias,
carteles,
simetría,
los conjuntos;
amor bilateral de las docenas;
tristeza poseída
por un sueño,
lunático final
para unas suelas.
Vacío expendedor
de sentimientos;
no busques más,
humano,
eres la presa.
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