sábado, 19 de noviembre de 2011

EL TESTIGO

De nada me descubro
si de la incertidumbre
soy testigo,
ilustre visionario
de un teatro,
que de tanto real,
está maldito.

Girar improvisando,
expulsando la historia
por la boca,
estático observar,
mirar encadenado,
inerte contemplar
de aquel,
que siendo ejemplo,
huye y llora.

Y en el muy poco a poco,
del placer malgastado,
me imagino a mí mismo,
convertido en pecado,
en un monstruo que asola
de perdón
a los campos.

Girar improvisando,
y de nada descubro
que tengo alma
de barro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario