taponando viral
gemido y lance;
que nítida aversión
al contenido;
conspicua alineación
de los dispares;
el tiempo no discrepa
con el número,
la duda siempre en más
que razonable.
Y en la espalda
se carga,
acumulando pústulas
y aprecio;
remonta indiferente
la estacada
cambiando infinidad
por miramientos;
cartílago de mofas
y apariencia,
la hipótesis cargada
de talento.
Clama el imperativo
por ser ruego,
y en los valles recónditos
se infecta;
habla de los reductos
improbables;
la sábana doblada
de la guerra;
albur de manicomio
y parlamento;
que lejos ha quedado
la protesta.
Ahora Saba se muestra
deslumbrante;
el ocho se ha quedado
sin su reina.
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