Nueve son las causas,
nueve los improperios
que rasgan el burdo
cometido.
Volver a renombrar,
reivindicar la fama
que entre piernas
me diste.
No había para todos
y tuve que marchar,
acabar con el gen
de las fugas,
hendir tu majestad
en el anticlinal
de una mentira.
El regreso al óxido,
a la materia inerte
ha comenzado.
Copérnico
y el invierno marchito.
Todo vuelta sin causa.
Ya no hay centros.
El tiempo se nos cae
lleno de arena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario