domingo, 2 de octubre de 2011

EN LA ANGUSTIA

Soñaba en desgraciados,
en el color anfibio
de la infancia,
marcaba proteínas
con su nombre,
queriendo se así
lagar y alma;
el terco centenario
que se ofende,
al ver que su razón
murió sin ganas.

Ya no quería iguales
ni sumandos,
ni el mordisco avisado
de una hembra;
llenaba los excesos
de remiendos
cumpliendo solamente
con las bestias:
ardid cuadriculado que sostiene
los mundos paralelos,
la demencia.

Senil radiografía
de un idiota
abierto en condiciones
y despecho,
imagen comercial
de la avaricia,
trivial  asignatura
de estar cuerdo;
enfermo derivado
a la artimaña,
procaz y venenosa
del deseo.

Imantado de Nortes
se veía,
fiduciario de amor
y desaliento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario