Teniendo la razón
por inclusive,
desteté de pecado
mi entrepierna,
y vine, vi y vencí
a los dulces brazos,
que ceden al coral
de las monedas.
Giré de trompo y punta
sobre el valle,
y a dos metros del bosque
solté río;
triunfante imaginero,
Macarena,
espacio reservado
hasta el domingo.
Aire cortado en lonchas,
cuarto y mitad de ozono
enamorado,
ansía serena y sal
sobre dos bocas,
criatura, tormenta,
tiránico caudillo,
Taifa y nardo.
Fondo de vaso
y cuello de botella,
cobarde tentativa
de un encuentro,
valor en mil palabras
despreciado,
amañada subasta
de recuerdos.
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