En las manos delgadas
vive ella,
la razón generosa
y el apego;
callada viste en formas
y cuartillas,
rematando en su pluma
a los tinteros;
abusos de metal
y misa negra,
un dos contra ninguno,
linchamiento.
Pretérito anterior de hube
y victoria,
desencuentro anual
de miramientos,
hospicio de balcones
arrojados,
que dentro,
entre el rigor,
quema su fuego;
ardid,
pacto de lobos,
buscavidas,
un loco peatón
sin escudero.
Maldito y sin lugares,
rasgado,
genital y pendenciero,
marcado por el asco
de unos pocos,
lamido por la lluvia,
vertedero;
simbiosis de placer
y narrativa,
el nunca prometido
a los aciertos.
Ella vive en las manos,
fantasía,
la dulce secreción de los desiertos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario