Fiesta de calendario,
multitud sobornada
por las fechas,
inocente arrojado
a las entrañas
asfálticas y viejas
de la tierra;
motores que se insultan
entre líneas,
caballos desbocados
sin licencia;
concisa enormidad
de los avisos,
motivo general
de la miseria.
Y duplicando gritos
me deformo,
sacando brazos,
mil,
de la derrota,
bajada ventanilla
de unos ojos,
galáctico observar
de un as de copas;
informe pericial
de lo ocurrido:
Llegó, quiso querer
y fue un idiota;
ecológico fin
que llegó lejos,
sagrada clorofila
de una boca.
Ahora me como el tiempo,
la mente diametral
del bulto oscuro,
ahora descaro vil
los continentes,
los absurdos Pangeas
y los mundos;
ahora preparo lento
el desencanto,
el céntimo que sobra
cuando sumo.
He pedido de ella
sólo el precio,
el punto compulsivo
de su orgullo.
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