miércoles, 19 de octubre de 2011

PERSISTENCIA

Límbico es el amor
que en mí
no siento,
que incomoda de vanos
las entradas;
presa cambiante y mixta,
sin motivo,
la fuga visceral,
apasionada;
pulpa reivindicada
que deduce,
del bien manoseado
su ventaja.

Y buscan la falacia,
escondiendo el marfil
en los sillones;
moreno tapizado
con el gesto
vestido de mujer
y maldiciones;
amargo camposanto
que no quiere
morir arrebatado
y sin rencores.

Con la tinta de un pubis
ya se ha escrito,
imborrable lugar
de pelo largo,
despiadada doncella
que ha vencido
con la punta de un sol
al emisario.

Ya no espero traiciones
ni refrendos,
me ha ganado el olvido
sin dudarlo.

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